El FBI confirmó que el hombre armado de Dallas que abrió fuego contra una instalación del ICE había inscrito “ANTI-ICE” en su munición, pero aun así los principales medios insistieron en que el motivo del tirador era “incierto”. Las autoridades identificaron al atacante como Joshua Jahn, de 29 años, quien también dejó una nota expresando su deseo de “darles verdadero terror a los agentes de ICE” y causar “la máxima letalidad contra el personal de ICE”.
A pesar de estas revelaciones, los medios tradicionales minimizaron la evidencia. NPR informó que “las autoridades no han indicado ningún motivo específico”, mientras que Associated Press afirmó que el motivo “sigue sin estar claro”. De manera similar, NBC News escribió que “las autoridades aún no han revelado un motivo oficial”, incluso cuando el FBI describió el tiroteo como “violencia dirigida”.
El presidente Donald Trump condenó el ataque, prometiendo tomar medidas contra los “radicales de izquierda trastornados”. El vicepresidente J.D. Vance calificó a Jahn de “extremista violento de izquierda”, mientras que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, advirtió que los agentes de ICE enfrentan “una violencia sin precedentes en su contra”.
Aun así, medios como el New York Times enmarcaron las declaraciones de los líderes republicanos como prematuras, con el titular: “Tras el tiroteo en Dallas, una prisa por sacar rédito político antes de que se conozcan los hechos”. El analista de seguridad de MSNBC, Tom Manger, incluso sugirió: “Podría haber hecho eso pensando que era gracioso, intentando despistar a las fuerzas del orden”.
Pero las propias palabras y acciones del tirador hacen que su intención sea inconfundible. Como declaró el director del FBI, Kash Patel, “una revisión inicial de la evidencia muestra un motivo ideológico detrás de este ataque.”
