El fiscal de distrito de Filadelfia respaldado por Soros, Larry Krasner, enfrenta una creciente indignación después de que un reincidente previamente liberado por su oficina fuera acusado en relación con la muerte de la aspirante a Miss USA, Kada Scott, de 23 años. Los restos de Scott fueron descubiertos en una tumba poco profunda durante el fin de semana, y los fiscales presentaron ahora una nueva serie de cargos contra Keon King, de 21 años, incluyendo incendio provocado, conspiración y manipulación de pruebas.
La liberación de King —después de que la oficina de Krasner retirara cargos previos por secuestro y agresión a principios de este año— ha reavivado las críticas hacia las políticas progresistas del fiscal y su manejo de delincuentes reincidentes violentos. En una tensa conferencia de prensa el viernes, Krasner reconoció errores pero señaló “problemas sistémicos” en el proceso de fianza de la ciudad. “En última instancia, la responsabilidad recae aquí”, dijo. “Podría haberse manejado mejor.”
Sin embargo, funcionarios judiciales respondieron acusando a Krasner de desviar la culpa. “A la luz de esta verdad, los comentarios del fiscal son terriblemente irrespetuosos… un triste intento de encontrar un chivo expiatorio por sus propios fracasos”, dijo el portavoz de los tribunales, Martin O’Rourke.
Críticos en redes sociales condenaron rápidamente a la oficina de Krasner por haber retirado el caso anterior de King a pesar de su historial violento. Comentaristas conservadores señalaron que los fiscales habían solicitado una fianza de casi un millón de dólares, pero el sospechoso quedó en libertad con solo $20,000.
El juez Pat Dugan, uno de los rivales de Krasner, escribió que el fiscal “tuvo todas las oportunidades para apelar esa decisión de fianza… y se negó a hacerlo.”
Los investigadores afirmaron que los datos del teléfono de King y un vehículo incendiado lo vinculan con múltiples escenas del crimen. “Aún está siendo investigado”, dijo la fiscal adjunta Ashley Toczylowski.
El caso ha amplificado la preocupación pública sobre las políticas de criminalidad en Filadelfia y ha reavivado el debate sobre si fiscales progresistas como Krasner están priorizando la ideología por encima de la seguridad pública.
