El presidente Donald Trump puso fin a todas las negociaciones comerciales con Canadá tras revelarse que el gobierno de Ontario utilizó la voz del fallecido presidente Ronald Reagan en un anuncio engañoso que criticaba los aranceles estadounidenses, desatando un escándalo por el anuncio de Reagan.

“La Fundación Ronald Reagan acaba de anunciar que Canadá ha usado fraudulentamente un anuncio FALSO, en el que Ronald Reagan habla negativamente sobre los aranceles”, escribió Trump el jueves por la noche en Truth Social. Calificando el movimiento como un intento “de interferir con la decisión de la Corte Suprema de EE. UU. y otras cortes”, Trump declaró: “TODAS LAS NEGOCIACIONES COMERCIALES CON CANADÁ QUEDAN TERMINADAS”.

La campaña de 75 millones de dólares, lanzada por el primer ministro de Ontario, Doug Ford, emitió declaraciones de Reagan de 1987 sobre el libre comercio para oponerse al arancel del 35 % de Trump sobre la mayoría de los productos canadienses. “Usando todas las herramientas que tenemos, nunca dejaremos de defender el caso contra los aranceles estadounidenses sobre Canadá”, dijo Ford sobre el anuncio, que se emitió en cadenas estadounidenses como Fox News, Newsmax y NBC.

Pero la Fundación Presidencial Ronald Reagan condenó el uso del material. La campaña “utiliza audio y video selectivos del presidente Ronald Reagan durante su ‘Discurso radial a la nación sobre el comercio libre y justo’, fechado el 25 de abril de 1987”, indicó la fundación. “Malinterpreta el discurso presidencial y el gobierno de Ontario no buscó ni recibió permiso para usar y editar esas declaraciones.”

La fundación agregó que está “evaluando sus opciones legales”. Trump defendió sus aranceles como “MUY IMPORTANTES PARA LA SEGURIDAD NACIONAL Y LA ECONOMÍA DE EE. UU.”

El escándalo del anuncio de Reagan ha tensado aún más las relaciones entre EE. UU. y Canadá, justo cuando la Corte Suprema se prepara para escuchar los argumentos sobre la autoridad de Trump en materia arancelaria el próximo mes.

Durante un tenso intercambio con CNN el miércoles, el senador Josh Hawley (republicano por Misuri) dio la vuelta a las preguntas de un reportero que cuestionaba la decisión del presidente Donald Trump de renovar parte de la Casa Blanca. Manu Raju, de CNN, preguntó si la demolición de la fachada del Ala Este para dar espacio a un nuevo salón de baile estaba “destruyendo la historia”.

Hawley respondió recordando a los críticos de la izquierda su reciente campaña para derribar monumentos estadounidenses. “De repente escucho a mis amigos liberales muy preocupados por nuestra historia. ¿En serio? Son los mismos que derribaron todas las estatuas que pudieron durante los últimos cuatro años”, dijo.

La construcción comenzó el lunes, provocando reacciones de grupos de preservación y algunos legisladores. La Casa Blanca defendió la medida, calificando el salón de baile como una adición financiada de forma privada que “reflejará la ilustre historia de mejoras y ampliaciones realizadas por presidentes a la residencia ejecutiva”. El comunicado calificó las críticas de los medios como “desequilibradas”.

Cuando Raju insistió nuevamente en si la demolición afectaba a un “edificio icónico”, Hawley no se contuvo. Citando la destrucción de estatuas de Cristóbal Colón, Thomas Jefferson y Theodore Roosevelt durante los disturbios de 2020, ironizó: “No les preocupaba la historia entonces. Ahora, de repente, dicen: ‘Oh, la fachada del Ala Este es icónica’. Oh, por favor, déjame en paz.”

La dura réplica de Hawley reflejó la frustración conservadora ante lo que muchos consideran una indignación selectiva de los medios y de la izquierda.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, se declaró no culpable de los cargos de fraude bancario y de realizar declaraciones falsas a una institución financiera.

Los fiscales alegan que James “declaró y afirmó en solicitudes de préstamo residencial uniformes y en documentos relacionados que la propiedad de Peronne sería utilizada como una residencia secundaria, cuando en realidad, como [James] sabía en ese momento, la propiedad estaba destinada y se utilizaba como una inversión.” El plan supuestamente le ahorró “aproximadamente $18,933 durante la vigencia del préstamo.”

Si es declarada culpable de ambos cargos, James enfrenta hasta 60 años de prisión y una multa de $2 millones.

Tras su comparecencia en Norfolk, Virginia, James declaró en un comunicado que los mensajes que ha recibido de sus seguidores han “fortalecido mi espíritu. Y han anclado mi alma. Así que quiero darles las gracias.”

Afirmó que el caso “no se trata de mí. Esto se trata de todos nosotros y de un sistema de justicia que ha sido instrumentalizado. Un sistema de justicia que se ha utilizado como una herramienta de venganza. Este sistema de justicia que, desafortunadamente, se está usando como un vehículo de represalia.”

“Y estoy aquí para decir que mi trabajo y mi deber, y todo lo que hago —a lo largo de mi carrera pública— ha sido defender los derechos de los neoyorquinos y de los estadounidenses. Y no me dejaré intimidar,” añadió. “No me dejaré intimidar. No me dejaré distraer. Haré mi trabajo cada día. Y por eso regreso a Nueva York, porque hay trabajo por hacer para defender el estado de derecho.”

James anteriormente calificó las acusaciones de fraude hipotecario como “infundadas.”

Un video de 39 minutos de Project Guiding Light, vinculado al predicador musulmán radical Ahmad Musa Jibril, ha reavivado la indignación tras celebrar abiertamente el asesinato de Charlie Kirk y pedir su imitación, un hecho que, según funcionarios estadounidenses, provocó la revocación de varias visas. El video de Guiding Light, titulado “El destino de Charlie Kirk: el que insultó al Mensajero [el Profeta Mahoma] y su fallo según el Islam”, se difundió en múltiples plataformas y calificó a los críticos musulmanes moderados como “payasos”.

El narrador instó a que “los musulmanes deberían regocijarse y agradecer a Alá” por la muerte de Kirk y afirmó: “Quien insulte al Profeta o lo desprecie, sea musulmán o incrédulo, debe ser ejecutado.” El segmento sostenía además: “¿Qué enemigo mayor de la Sharía [ley islámica] puede haber que alguien que insulta al Mensajero y, por extensión, a Alá?” y más adelante argumentaba: “Como musulmanes, lo que debería o no debería ocurrirle a alguien, especialmente en cuestiones de vida o muerte, se basa únicamente en la Sharía de Alá.”

MEMRI rastreó el contenido hasta Project Guiding Light y lo vinculó con Jibril, conocido por sus lazos con círculos extremistas. Funcionarios de la administración Trump dijeron al Washington Free Beacon que ya están actuando: el Departamento de Estado revocó las visas de al menos seis extranjeros que celebraron el asesinato en línea. Un alto funcionario estadounidense declaró: “Cualquier persona con visa es un invitado en nuestro país. Si elige promover la violencia contra estadounidenses, incluidos patriotas como Charlie Kirk, ya no es bienvenida aquí. Así de simple.” Un funcionario del Departamento de Estado agregó que “Estados Unidos ya no dará la bienvenida a extranjeros que representen una amenaza para nuestra seguridad nacional.”

El episodio subraya la preocupación constante sobre las redes radicales extranjeras que difunden propaganda violenta en territorio estadounidense y en línea.

El exfiscal general Merrick Garland y el exdirector del FBI Christopher Wray estuvieron detrás de la aprobación de la investigación Arctic Frost, que tenía como objetivo a los conservadores a través de un Departamento de Justicia politizado.

El director del FBI, Kash Patel, dijo que la agencia “entregó documentación importante que muestra la politización y el uso como arma en los niveles más altos del gobierno”.

“Estamos orgullosos de trabajar con el presidente Grassley y el senador Johnson en esta supervisión crítica para restaurar un solo nivel de justicia y la transparencia que el pueblo estadounidense merece”, escribió, señalando que Arctic Frost fue una “mancha en este país. Esa politización termina bajo este FBI.”

El documento, fechado en abril de 2022, está catalogado como un “asunto de investigación sensible”, lo que significa que se necesitaba la firma de Garland para que la Oficina de Campo de Washington abriera la investigación. El documento buscaba investigar a personas involucradas en una “conspiración para obstruir la certificación por parte del Congreso del Colegio Electoral el 6 de enero de 2020, incluso mediante la presentación de certificados fraudulentos de votos de electores al Gobierno de los Estados Unidos.”

Un resumen ejecutivo del documento dice: “Después de las elecciones presidenciales y vicepresidenciales de 2020, en un aparente esfuerzo por obstruir la certificación del Congreso del Colegio Electoral, se presentaron certificados fraudulentos de votos de electores al archivero de los Estados Unidos, que pretendían representar los votos reales de los estados de Arizona, Georgia, Michigan, Nevada y Wisconsin.”

“Los informes de fuentes abiertas y las declaraciones públicas realizadas por personas estrechamente asociadas con Donald J. Trump, Inc. (Campaña de Trump) presentan una base fáctica articulable que indica la existencia de un delito federal, y por lo tanto el FBI busca abrir una investigación completa”, dice.

Al compartir los documentos en las redes sociales, el presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley (R-IA), escribió que la investigación “desató un poder gubernamental sin control en los niveles más altos”, criticando que los exfuncionarios del Departamento de Justicia “aprobaron personalmente” la apertura de Arctic Frost.

Como parte de la investigación Arctic Frost, el FBI investigó a varios grupos conservadores, incluido Turning Point USA de Charlie Kirk.

Grassley le dijo a Patel durante una audiencia del Comité Judicial del Senado en septiembre que la investigación “era mucho más amplia que un asunto electoral”.

“El caso se amplió a organizaciones republicanas. Algunos ejemplos de los grupos que el FBI de Wray buscó colocar bajo investigación política incluyeron el Comité Nacional Republicano, la Asociación Republicana de Fiscales Generales y grupos políticos de Trump”, dijo. “En total, 92 objetivos republicanos, incluidos grupos e individuos vinculados a republicanos, fueron puestos bajo el alcance de la investigación Arctic Frost. En esa lista política estaba uno de los grupos de Charlie Kirk, Turning Point USA.”

La investigación Arctic Frost “no fue solo un caso para investigar políticamente a Trump”, explicó Grassley, sino un “vehículo mediante el cual los agentes partidistas del FBI y los fiscales del DOJ pudieron lograr sus fines partidistas e investigar indebidamente todo el aparato político republicano.”