La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió con firmeza a las especulaciones mediáticas sobre los tobillos hinchados y el moretón en la mano del presidente Trump. Subrayó que se trata de un problema benigno y bien controlado, citando los resultados recientes de exámenes médicos y la evaluación del médico presidencial del 17 de julio.
Leavitt informó a los periodistas que el presidente Trump presentó “una leve hinchazón en sus piernas inferiores,” lo que llevó a una evaluación preventiva por parte del equipo médico de la Casa Blanca. Tras exámenes completos, que incluyeron pruebas vasculares bilaterales de las extremidades inferiores y ecografías doppler venosas, se diagnosticó al presidente con insuficiencia venosa crónica, una afección común y tratable.
Leavitt aseguró a la prensa que no se encontró evidencia de trombosis venosa profunda ni enfermedad arterial, y que todas las pruebas de laboratorio “regresaron dentro de los límites normales.” También abordó las preocupaciones sobre un moretón visible en la mano derecha de Trump. Explicó que fue causado por “apretones de manos frecuentes” y el uso de aspirina como parte de su régimen de prevención cardiovascular, describiéndolo como un “efecto secundario benigno.”
Para enfatizar la urgencia y la transparencia, compartió una nota del médico personal del presidente. La declaración subrayó que el presidente Trump sigue en “excelente estado de salud” a pesar de estos problemas menores.
Esta actualización llega a menos de un mes de que Trump recibiera un certificado de buena salud en abril, lo que destaca la continua atención a su estado físico. En círculos conservadores, se subraya la importancia de un líder fuerte y saludable, y la presentación de Leavitt es vista como una respuesta firme ante ataques políticos relacionados con la salud.