La agenda de energía verde de Gavin Newsom sufrió un duro golpe esta semana después de que el Departamento de Energía cancelara una subvención de 630,6 millones de dólares otorgada durante la era Biden, que el gobernador de California había calificado como “crítica” para el estado. La ayuda, destinada a respaldar proyectos solares y eólicos dentro del programa CHARGE 2T de California, fue considerada poco confiable por funcionarios de la administración Trump.
Documentos internos del DOE revelaron preocupaciones de que los proyectos renovables “aportan energía limitada durante los períodos de mayor tensión del sistema”. La administración Biden había anunciado la subvención en agosto de 2024, con Newsom asegurando que garantizaría “una electricidad más limpia, más barata y más confiable”. La expresidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, sostuvo que ayudaría a construir “el futuro de energía limpia de Estados Unidos”, mientras que el senador Alex Padilla afirmó que “entregaría electricidad limpia al tiempo que crearía nuevos empleos verdes”.
Pero los funcionarios de Trump afirmaron que el dinero equivalía a un gasto innecesario. El secretario de Energía, Chris Wright, defendió la decisión declarando: “El presidente Trump prometió proteger los dólares de los contribuyentes y expandir el suministro de energía asequible, confiable y segura de Estados Unidos. Las cancelaciones de hoy cumplen con ese compromiso”.
La cancelación forma parte de un retroceso más amplio de 7.500 millones de dólares en subvenciones climáticas de la era Biden. La agenda energética de Trump enfatiza el carbón, el gas natural y la energía nuclear como fuentes más confiables que las renovables dependientes del clima.
Jason Isaac, director ejecutivo del American Energy Institute, afirmó que los recortes eran necesarios desde hace tiempo: “Estos proyectos tenían más que ver con la señalización política de virtudes que con satisfacer la verdadera demanda energética.”