El gobernador de California, Gavin Newsom, arremetió el jueves después de que el Congreso votara para revocar el mandato estatal sobre vehículos eléctricos (EV), calificando la medida como un paso hacia hacer “América Contaminada de Nuevo”. El Senado, en una votación bipartidista de 51 a 44, se unió a la Cámara de Representantes en la anulación de la exención especial otorgada por la administración Biden a California bajo la Ley de Aire Limpio en diciembre.
La revocación, ejecutada mediante la Ley de Revisión del Congreso (CRA), busca bloquear la exención de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que permitía a California imponer sus estrictas regulaciones sobre emisiones y ventas de EV. Newsom argumentó que la CRA no se aplica a estas exenciones y anunció planes para presentar una demanda, calificando la revocación como “ilegal” y una amenaza al progreso climático.
Newsom y el Fiscal General de California, Rob Bonta, declararon que impugnarán la decisión del Senado en los tribunales, alegando que viola décadas de precedentes legales. “Esto contradice décadas de precedentes donde estas exenciones no estaban sujetas a la CRA”, decía el comunicado, rechazando la legalidad de la revocación.
Los críticos señalan que el amplio mandato de Newsom sobre los vehículos eléctricos, que prohíbe la venta de autos a gasolina para 2035, nunca fue aprobado por los votantes. Aunque el gobernador ha promovido agresivamente los EV, las ventas han estado constantemente por debajo de los objetivos estatales.
El mandato de vehículos eléctricos ha sido cada vez más cuestionado debido a la falta de infraestructura adecuada, el aumento de costos y el decreciente interés del consumidor. La revocación indica una resistencia nacional creciente contra el exceso regulatorio ambiental de California y el apoyo indirecto de la administración Biden mediante exenciones regulatorias.
El mandato de Newsom, que depende en gran medida de la aprobación federal, ahora enfrenta su mayor desafío, mientras el Congreso reafirma su autoridad y los californianos expresan su escepticismo ante políticas verdes impuestas desde arriba, que muchos consideran desconectadas de las realidades económicas y energéticas.
La revocación representa un golpe significativo a la agenda ambiental de California y a las aspiraciones nacionales de Newsom, ya que el estado a menudo se presenta como modelo de política climática progresista. Con la prohibición de vehículos a gasolina para 2035 en riesgo y la adopción de EV desacelerándose, el enfrentamiento entre legisladores federales y líderes estatales podría redefinir el futuro de la regulación automotriz en todo el país. Expertos legales anticipan una larga batalla judicial que probablemente llegue hasta la Corte Suprema, donde se podría limitar la capacidad de California para establecer sus propios estándares de emisiones.
