Un motín estalló en Dublín, Irlanda, la noche del martes, cuando manifestantes enfurecidos se enfrentaron con la policía después de que un migrante ilegal fuera arrestado por presuntamente agredir sexualmente a una niña irlandesa de 10 años bajo tutela estatal.
La violencia comenzó frente al Hotel City West, actualmente utilizado como refugio para migrantes, donde, según informes, se alojaba el acusado: un hombre africano de unos 20 años con una orden de deportación. Cientos de manifestantes se reunieron en el lugar, muchos ondeando banderas irlandesas y coreando “¡Que se vayan, que se vayan!”, en referencia a los aproximadamente 2.000 migrantes que viven en el centro.
La policía informó que la situación se volvió rápidamente violenta. Un coche patrulla fue incendiado y los manifestantes lanzaron botellas, ladrillos y fuegos artificiales contra los agentes. “An Garda Síochána facilita protestas pacíficas a diario. Esta claramente no fue una protesta pacífica”, declaró el comisionado Justin Kelly. “Las acciones de esta noche solo pueden describirse como actos de vandalismo.” Seis personas fueron arrestadas y una agente sufrió una lesión en el pie, mientras casi 300 oficiales trabajaban para recuperar el control.
El primer ministro Micheál Martin condenó la violencia pero reconoció que la presunta agresión era “profundamente preocupante”, afirmando que la joven víctima “no fue protegida por el Estado”. Según los informes, la niña se había escapado del personal de protección infantil de Tusla durante una salida supervisada antes de encontrarse con el sospechoso.
El historial migratorio del acusado ha desatado la indignación pública. Su solicitud de asilo fue rechazada y recibió una orden de deportación en marzo de 2024, pero permaneció en Irlanda. El complejo de City West, valorado en 150 millones de euros y adquirido por el gobierno como centro permanente para migrantes, se ha convertido en un punto de tensión por el creciente descontento hacia la inmigración, alimentado por una serie de crímenes violentos cometidos por extranjeros.
