Apagón de Internet impuesto por los talibanes sume a Afganistán en la oscuridad digital mientras la ONU advierte de un “daño significativo”.

El apagón de Internet impuesto por los talibanes ha sumido a Afganistán en un silencio digital casi total, aislando a millones de personas del mundo exterior y paralizando servicios esenciales. El lunes, el régimen ordenó a las compañías de telecomunicaciones cortar todo acceso a internet y datos móviles, alegando preocupaciones de “inmoralidad”.

Según Reuters, la red de fibra óptica de 9.350 kilómetros de Afganistán fue desmantelada por fases, lo que dejó a los bancos congelados, vuelos cancelados y al Aeropuerto Internacional de Kabul prácticamente desierto. NetBlocks confirmó que el tráfico en línea se desplomó hasta solo un uno por ciento de los niveles normales, un duro recordatorio de cómo los regímenes autoritarios pueden controlar la vida cotidiana.

Funcionarios de la ONU condenaron la medida de los talibanes, advirtiendo que agrava una crisis humanitaria ya de por sí grave. “Ha dejado a Afganistán casi completamente incomunicado con el resto del mundo y corre el riesgo de infligir un daño significativo al pueblo afgano”, señaló en un comunicado la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA).

El apagón no solo ha interrumpido las comunicaciones de los ciudadanos comunes, sino que también ha paralizado la ayuda humanitaria. Arafat Jamal, representante del país para la agencia de refugiados de la ONU, lo describió sin rodeos: “Es otra crisis encima de la crisis existente.”

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