El presidente Donald Trump renovó el miércoles su amenaza relacionada con el Mundial, advirtiendo que Boston podría perder su derecho a ser sede si las autoridades locales no mejoran la seguridad pública. La advertencia se produjo apenas un día después de que la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, expresara públicamente su confianza en que la ciudad mantendrá los siete partidos programados para el Mundial de la FIFA del próximo verano.
“Alguien me preguntó: ‘¿Consideraríamos quitarle el Mundial a Boston si no arreglan la situación?’ La respuesta es sí. Tenemos el derecho de hacerlo con la FIFA,” dijo Trump durante una conferencia de prensa en la Oficina Oval centrada en la reducción del crimen.
Los comentarios del expresidente siguen a un violento incidente ocurrido en Boston la semana pasada, cuando más de 100 personas tomaron una calle y prendieron fuego a un coche de policía. Trump afirmó que escenas como esa generan serias dudas sobre la preparación de la ciudad para albergar eventos deportivos internacionales. “Si creemos que hay alguna razón por la cual no están haciendo su trabajo, vamos a quitar esos partidos del Mundial y los moveremos a otro lugar,” advirtió.
Wu desestimó la preocupación y declaró: “Boston se siente honrada y emocionada de ser sede de los partidos del Mundial,” añadiendo que la ciudad espera con entusiasmo recibir a los aficionados de todo el mundo. Trump calificó a Wu de “izquierda radical” pero admitió: “Al menos es inteligente… algunas son de coeficiente intelectual extremadamente bajo.”
La FIFA ha dicho que las decisiones finales dependen de la organización, no del gobierno estadounidense. Pero Trump insiste en que podría llamar directamente al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, asegurando: “No le encantaría hacerlo, pero lo haría… muy fácilmente lo haría.”