El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que pondrá fin a un programa de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) que vigilaba a ciudadanos estadounidenses.
“Está claro que el programa Quiet Skies fue utilizado como una libreta política por parte de la Administración Biden: fue convertido en un arma contra sus adversarios políticos y explotado para beneficiar a sus amigos adinerados. Estoy pidiendo una investigación del Congreso para descubrir más corrupción a expensas del pueblo estadounidense y el debilitamiento de la seguridad nacional de EE. UU.”, declaró la Secretaria del DHS, Kristi Noem. “Las funciones críticas de evaluación de seguridad y aviación de la TSA se mantendrán, y la Administración Trump devolverá a la TSA su verdadera misión: enfocarse con precisión en la seguridad del público viajero. Esto incluye restaurar la integridad, la privacidad y la aplicación equitativa de la ley para todos los estadounidenses.”
El DHS informó que el programa Quiet Skies nunca logró detener ataques terroristas y, en cambio, costaba a los contribuyentes $200 millones al año. El programa comenzó en 2010.
El DHS ha descubierto evidencia de la politización del programa. El esposo de la senadora Jeanne Shaheen (D-NH), William “Billy Shaheen”, recibió exenciones, mientras que personas no alineadas políticamente, como la entonces congresista Tulsi Gabbard, fueron sometidas a revisiones adicionales.
El senador Rand Paul (R-KY) confirmó recientemente que la TSA bajo la era Biden vigiló a Gabbard.
“Estos documentos confirman nuestras sospechas. Los alguaciles aéreos federales vigilaron a la actual directora de inteligencia nacional durante vuelos domésticos en 2024, reportando información relacionada con su apariencia e incluso cuántos dispositivos electrónicos usaba. Lamentablemente, este no es un caso aislado”, afirmó Paul.
“Estoy horrorizado por la idea de que hayamos tomado a una ex congresista y la hayamos estado vigilando y viajando con ella en aviones”, agregó.
