La crisis de criminalidad en las llamadas “ciudades azules” vuelve a ocupar los titulares tras otro violento reincidente en Seattle, apenas semanas después de un impactante asesinato en el tren ligero de Charlotte. La policía informó que José Francisco García, de 44 años, apuñaló a un hombre en el estómago en el barrio Chinatown-International District de Seattle, en lo que las autoridades calificaron como un “ataque aparentemente no provocado”.
Las cámaras de seguridad muestran a García montando una bicicleta antes de lanzarse de repente contra su víctima e introducirle un cuchillo. Los registros judiciales revelan un historial criminal que se remonta a 1997, con condenas por agresión, posesión de armas de fuego, delitos de drogas e incluso resistencia al arresto. Pese a este largo expediente, García seguía libre, aterrorizando a la comunidad.
Los agentes de policía de Seattle lo capturaron en apenas nueve minutos y recuperaron un cuchillo de su cintura. García enfrenta ahora cargos por agresión en primer grado, que podrían conllevar una sentencia de cadena perpetua. La víctima, un hombre de 40 años, fue trasladada en estado grave al Harborview Medical Center.
El presidente del Sindicato de Oficiales de Policía de Seattle, Mike Solan, señaló que este ciclo de delitos y liberaciones surge de la presión política por complacer a activistas en lugar de proteger al público. “Este es otro ejemplo de políticas y leyes permisivas con el crimen que impactan a toda la comunidad”, advirtió.
El ataque en Seattle se produce tras otro caso trágico en Charlotte, donde el reincidente Decarlos Brown Jr. apuñaló fatalmente a Iryna Zarutska, de 23 años, en un tren ligero el mes pasado. Solan resumió la frustración general: “Es un impulso activista irracional de reformar el sistema de justicia penal que ha puesto a la mayoría de las ciudades azules en esta situación que, en mi opinión, es triste y necesita corregirse rápidamente.”