Un panel de la corte federal en Nueva Jersey removió a Alina Habba de su cargo interino como fiscal federal el martes, negándose a extender su nombramiento de 120 días. Los jueces nombraron a su primera asistente, Desiree Leigh Grace, como reemplazo temporal hasta que el Senado confirme un nombramiento permanente.
Habba, quien anteriormente fue abogada de campaña del presidente Trump y consejera de la Casa Blanca, asumió el cargo en marzo sin experiencia previa como fiscal. Su gestión atrajo atención y críticas por decisiones agresivas, incluyendo presentar cargos contra el alcalde de Newark, Ras Baraka, en un caso relacionado con un centro de inmigración, y presentar cargos federales contra la congresista LaMonica McIver tras un enfrentamiento con agentes migratorios. Ambos casos generaron controversia.
Durante su breve período en el cargo, también inició investigaciones contra el gobernador demócrata Phil Murphy y el fiscal general Matt Platkin por políticas de santuario en Nueva Jersey. Grupos republicanos del ámbito legal respaldaron su nominación a tiempo completo, pero los senadores demócratas Cory Booker y Andy Kim se negaron a apoyarla bajo la tradición del “blue slip” del Senado.
El vicefiscal general Todd Blanche, en una declaración en X, acusó a los jueces —en su mayoría nombrados por presidentes demócratas— de promover una “agenda izquierdista” al apresurarse a remover a Habba antes de que expirara oficialmente su mandato. Afirmó que Habba contaba con el respaldo total del presidente.
La destitución de Habba representa una inusual reprimenda del poder judicial a un nombramiento de la administración Trump. Un caso similar ocurrió recientemente en el norte del estado de Nueva York, donde los jueces se negaron a extender el mandato interino de otro fiscal nombrado por Trump, John Sarcone. El Departamento de Justicia respondió nombrando a Sarcone como “abogado especial del fiscal general”.
Desiree Leigh Grace, nombrada por la jueza principal Renee Bumb, servirá temporalmente como fiscal federal en Nueva Jersey. Con el fin del período interino de 120 días y sin apoyo del Senado, Habba no tiene un camino claro hacia la confirmación.
